sexta-feira, 10 de outubro de 2014

nº 190 O incidente de La Bombilla, Filgueira Valverde e o reintegracionismo.


Em 31 de julho de 1931 aparece publicado no jornal La Libertad o seguinte anúncio:

«A LA COLONIA GALLEGA
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Banquete-homenaje popular

El banquete a los diputados galleguistas Villar-Ponte, Castelao y Pedrayo tendrá efecto el próximo domingo, a la una y media, en el restaurante Casa Juan de la Bombilla.
Las tarjetas para asistir a dicho acto podrán adquirirse en el hotel Regina, Ateneo de Madrid, bar La Perla, Infantas, 26 y en la librería Puga, Paz, 5, en todo el día de hoy viernes.
Los entusiastas y simpatizantes de las glorias gallegas deben apresurarse a adquirir las tarjetas en el tiempo indicado.
Habrá brindis en gallego.» La Libertad. Ano XIII, nº 3.545 6ª feira, 31 de julho de 1931.

O ato teve lugar, com efeito, o domingo 2 de agosto do 1931 e o que lá aconteceu provocou uma violenta reação na imprensa madrilena. 

«En la presidencia se sentaron con los festejados el ex fiscal general de la República y magistrado del Tribunal Supremo D. Javier Elola, el presidente del Lar Gallego, Sr. García Martí: el representante de los gallegos residentes en Buenos Aires y diputado a Cortes por la Coruña Sr. Millares y otras personas.» El Sol. Ano XV, nº 4.360 3ª feira, 4 de agosto de 1931.

Tal vez por um erro da agência, os jornais batizaram a Suárez Picallo como Sr. Millares, reproduzindo, isso sim, a parte do seu discurso mais comprometido.

«Todos los presentes somos emigrantes, pues yo no se que está más lejos de Galicia: si Buenos Aires o Madrid.»
«Formaremos parte del conjunto ibérico si vamos a partes iguales: como hermanastros, no."Ibídem.

A seguir, sem maiores incidentes, falaram:

- O secretário de La Casa del Pueblo, Sr. Cortés, utilizando o galego ao princípio para posteriormente finalizar o seu discurso em castelhano.
-  D. Laureano Gómez Paratcha, deputado pelo FRG e ex-presidente da câmara de Vila Garcia (1922-1923). Fez grandes elogios dos homenageados, mais isso sim, em castelhano.
- Castelao que utiliza o galego.
- García Martí, o castelhano.
- Vilar Ponte, obviamente também em galego, lembrando-lhe aos presentes que a nossa língua e entendida por milhões de pessoas em Portugal e as suas colónias e mais no Brasil.

O ambiente de celebração que se vivia até este momento vai mudar repentinamente com a intervenção de Otero Díaz *[Em realidade Alejandro Otero Fernández (1888-1953) Socialista]:

«El señor Otero Díaz* dice que habla en castellano porque la mayoría de los oradores lo hicieron en gallego. Tiene un cálido elogio para las lenguas castellana y gallega, y afirma que Galicia unida a España, triunfó en el mundo. (Una pequeña minoría de los comensales protesta ruidosamente contra las palabras españolistas del orador. Se oyen vivas a Galicia libre, contrarrestados por los de ¡Viva España!, y alguno pide a grandes voces la cabeza de los castellanos). El señor Otero Díaz, a pesar del escándalo, no pierde la serenidad, y continuó su discurso diciendo que el rango universal de la región gallega no existirá sin la unidad española. Pide autonomía administrativa y aconseja luchar contra las opresiones sociales. (Las protestas e insultos menudean y el grupo reducidísimo de separatistas grita desaforadamente, situándose en la presidencia detrás del señor Otero Pedrayo).» El Siglo Futuro Ano LVI nº 17.209 Terça feira, 4 de agosto de 1931.

O número de indignados pelas palavras de Otero Fernández varia segundo a tendência política do jornal — El siglo futuro era um diário católico muito conservador — mas todos destacam que se tratava duma pequena minoria.
O último orador, nada menos que Otero Pedraio, protegido pela sua improvisada Guarda de Corps e no fragor da batalha, afirmará:

«[...] que si las cortes negasen a Galicia su autonomía, ella sabría ganársela, pues no le habría de faltar el apoyo entusiástico de los hermanos de raza como Portugal.
Si se nos concede la libertad, seremos hermanos: pero si la Federación no prospera, sermos enemigos de todos los pueblos hispánicos.[...]
El Sr. Otero Pedrayo fue muy aplaudido, y al finalizar su discurso entona, en unión de cinco o seis comensales, el himno regional.» El Sol Ano XV nº 4.360 Terça feira, 4 de agosto de 1931.

Com estas palavras, o catedrático ourensano fere o orgulho espanholista, fazendo que se mobilizem não só as forças mais conservadoras como as mais progressistas. Na primeira plana de El Sol aparecerá um editorial cujo cabeçalho pedirá Serenidad ante todo ao Sr. Otero.

«[...]si las cortes constituyentes —afirmó el Sr. Otero— no nos otorgan la autonomía, sabremos conquistarla, con la ayuda de nuestros hermanos de raza los Portugueses.
Medite el Sr. Otero Pedrayo la gravedad de estas palabras, que la Prensa ha difundido. No las interpretemos literalmente, ni desprendamos de ellas que el separatismo de Galicia está en pie. La realidad basta para aquietarnos por otra parte. Si el Sr. Otero Pedrayo pronunciara en Lisboa el sermón, alegato o arenga que anteayer pronunció en el banquetede la Bombilla, ¿sería tan bien comprendido como lo fue en Madrid?
Un escritor gallego y un escritor portugués no se entienden dialogando en sus idomas respectivos. Recurren siempre al castellano, y algunas veces a otros idiomas universales como el francés y el inglés. No nos negará el Sr. Otero Pedrayo que las cosas suceden así.» Ibídem.

Pois sim, o Sr. Otero Pedrayo vai negar que as coisas aconteçam desta maneira. Numa primeira página para conservar nos anais do galeguismo, o jornal El Sol publica a resposta do mestre ourensano num artigo emparedado entre os de Joaquín Poza Juncal e Bibiano F. Osorio Tafall — que deixam clara a sua distância a respeito do galeguista — e o de Eugenio Montes.
Muito brevemente, Otero Pedraio cancela qualquer debate sobre as palavras por ele pronunciadas no Café Juan.

«No quiero decir nada de la información del banquete dedicado en la Bombilla a tres diputados galleguistas. Es la misma, con sólo una excepción publicada por la Prensa del día, y el mero hecho de cambiar los nombres de los oradores y describir absurdamente hechos vistos por todos no le concede la suficiente autoridad. Sólo quiero hacer constar — y hablo exclusivamente en mi nombre — que se acabó la Galicia que venía a suplicar, y existe una Galicia que sólo aguarda una absoluta igualdad de trato para sentirse española. No soy un audaz ni busco el escándalo. Por eso al hablar de Portugal tenía que emplear palabras propias de un buen gallego, y en ellas me refería a la ayuda moral, nunca ausente, de la nación que hablando nuestro mismo idioma, es considerada en Galicia como hermana. Es extraño que un gran periódico tan bien entereado como El Sol incurra en el tremendo error de creer que los escritores gallegos y portugueses tienen que apelar al castellano para entenderse entre sí. » Ibídem.

Numa entrevista publicada no Diário de Lisboa só uns dias antes da celebração do banquete, Otero Pedraio expunha a um jornalista português a sua opinião sobre as afinidades galaico-portuguesas:

«Sim. Queremos muito a Portugal e desejamos intensificar as relações já existentes com os seus intelectuais. A literatura lusitana, verdadeiramente monumental, é muito conhecida entre nós. Em Santiago há, presentemente, uma cátedra livre de português regida por Hernani Cidade.Há vinte anos, Eça de Queiroz era mais lido na Galiza do que a própria Condessa de Pardo Bazán, a grande escritora galega. Já vê... Saúde, pois, por nós, Portugal e a sua grande colónia galega.»
Dada a importância que para nós tem a entrevista que o Diario de Lisboa faz a Otero Pedraio deixo-vos aqui o link: Diário de Lisboa

Todo o dito até agora tem a ver com a repercussão que as declarações do catedrático ourensano teve na imprensa espanhola. Mas, e na galega? Qual foi a receção das suas palavras?
Em 6 de agosto, El pueblo gallego amanecia com o seguinte titular:

Fonte: Galiciana

Com tudo, a resposta desde a Galiza, como cabia supor, não foi unânime. Jornais como El Pueblo Gallego publicaram artigos solidários com Otero Pedraio da autoria de vultos do galeguismo como Vilar Ponte ou Victor Casas, ou mais conciliadores como o de Joaquin Poza e Osorio Tafall, do teor do publicado em El Sol, do que já falei anteriormente. Noutros jornais, como El Progreso, o incidente de La Bombilla mesmo é motivo de chacota.
Em 9 de agosto do 1931 é José Filgueira Valverde quem escreve sobre as palavras de Pedraio num breve que nos vai servir para reflexionar sobre o seu reintegracionismo, ou quiçá ainda melhor, pragmatismo lusófono.
O texto de Filgueira não deixa lugar a dúvidas sobre as suas intenções:

«Andaba eu a escribir unha morta prosa hestórica sobre a nosa "boa vila", cando veu desacougarme esa barafunda que argallaron os paifocos de Madrid porque Otero Pedrayo acendeu unhas verbas na mais hispanica lusitanidade. E xa que o esprito non dá tino para enfiar hestorias falaremos un anaco de noso portuguesismo de sempre.»


Artigo completo.

Quando diz "o nosso portuguesismo" está a falar em "plural majestático", refere-se a ele e Otero Pedraio, aos galeguistas no seu conjunto? Pois parece que ao nacionalismo, esse grupo iconicamente representado pela palavra NÓS, e do que Filqueira Valverde cindirá, a partir do 1935, um oportuníssimo NOS-OUTROS.

«E precisamente nós, os nazonalistas, os que na Galicia de hoxe fixemos por amostrar os camiños novos e vellos de ese inmorredeiro "espirit europee" que a África intentou sempre arrincarnos, temos de facer de esa Santa María tan nosa e tan allea, tan vella e tan nova, un símbolo do noso futuro. Si nós lle preguntásemos hoxe o esprito de esta obra cal era a sua nacencia reposteríamos con aquelas verbas estrictas e amantes de Juan de Grajales:
—Soy portugués español.»

Eis o núcleo do seu pragmatismo lusófono: A Galiza como cavalo de Troia para recuperar à [h]espanholíssima nação portuguesa.
Em 1939, ainda não terminada a Guerra Civil, o Instituto de España publicava um manual de história  com um texto para escolares de segundo grado. Nas notas preliminares podemos ler:

«Por eso España es una península rodeada toda de mar, salvo en la parte que se une con Francia. Por donde se une a Francia, se levantan, como altísimo vallado, los Pirineos: por todo el resto de su perfil la limita el mar. Es verdad que dentro de esos límites clarísimos, hoy, además de España, existe otra nación: Portugal. Pero esto no pasa de ser una división puramente artificial y política, cuya razón ya estudiaremos. Portugal estuvo mucho tiempo unido a España; luego se separó; luego volvió a unirse y a separarse al fin. No porque sea, pues, una nación distinta, hemos de considearlo como un extraño. Es un hermano que no por vivir en un cuarto distinto dentro la misma casa, deja de ser hermano y tener nuestra misma sangre.» Manual de la historia de España. Segundo Gado.Instituto de España[Santander;Aldus S. A de Artes Gráficas] 1939. p.7-8

Como se sabe, Portugal era uma das grandes aspirações de Franco que sonhava com ser amo e senhor da península, algo que preocupou — e muito— a Salazar. Os galegos hão servir de ponte cultural, galegos como Filgueira Valverde, como Eugenio Montes, como Fraga ou como o próprio Franco. Os galegos utilizados como uma escusa, mas também uma Covadonga desde a que encenar a reconquista.
Que entre galegos andava a coisa tinha-o claro até o ex-presidente português Mário Soares:

«Fraga me aseguró que Franco, como gallego, no atacaría a Portugal.» La Voz de Galicia. 20/04/2014

Em 1958, a editorial Labor publica Camoens, um novo volume dos seus Clásicos, encomenda feita anos atrás a Filgueira Valverde. Uma vez mais, o diretor do Museu de Ponte Vedra põe toda a sua erudição — imensa — e a sua narrativa — esplêndida — ao serviço da causa ibérica. E para essa causa nada melhor que glosar a Luís Vaz de Camões, um neto de galegos que se auto-qualificava «príncipe dos poetas de hespanha». Um simples "h" que nos afasta da España Imperial e castelhana e nos achega a uma casa comum plurinacional. As palavras apócrifas de Camões, aquelas que dizem Falai de castelhanos e portugueses, porque espanhóis somos todos, resultam perfeitas. Volvendo ao artigo que Filgueira escrevera em desagravo de Otero Pedraio em El Pueblo Gallego, vemos o uso diferenciado que o autor faz dos termos Hespanha e Castela:

«Si Otero Pedrayo gozara a hipermnesia que me aponen, e pra min quixera, tomando o precedente dos galegos que pra figurar se facían pasar por portugueses na vella corte das Hespañas, tamén houbera contestado así ós "clercs" madrileños —non quero dicir casteláns— que teñen posto todo o seu empeño en decir que Portugal está no "extranxeiro".
Porque este é o esprito do nazonalismo galego que xa vai significando a derradeira espranza do "gran feito hispánico".»

Como limpo resumo a todo o pensamento filgueiriano arredor do conceito «Hespanha» e «Camões hespanhol», transcrevo integra a sua introdução ao Camoens de Clásicos Labor.

«Camoens parece ausente de las letras españolas de hoy: apenas se traduce, se lee poco, cada vez se le cita menos. Shakespeare o Goethe son más familiares a nuestros lectores, que lo clasifican, al lado de ellos, como a un extranjero. Y, sin embargo, Camoens no es un escritor ajeno a nuestras letras: es nada menos que un clásico español. Si alguna tesis se sostiene en mi libro, es ésta, que, por igual, es motivo de ufanía para las gentes de los pueblos peninsulares, cuya sangre lleva y en cuyas dos lenguas ejerció su arte. Pero ni la oriundez gallega, ni el bilingüísmo, ni siquiera el que se hubiese definido él mismo como «hespanhol»... bastarían para clasificarlo entre nuestros clásicos. La razón es mucho más honda. Camoens constituye un eslabón en la áurea cadena de la lírica peninsular, cuyo estudio no es posible fragmentar, y, sobre todo, es quien lleva a su culminación la épica. Os Lusiadas, como dijo Ramiro de Maeztu, son nuestra epopeya, y "en ellos se hallala expresión conjunta delgenio hispánico en su momento de esplendor... Donde acaban los Lusiadas comienza el Quijote". Estas frases, que sirven de acorde inicial al más sólido de los libros portugueses contemporáneos sobre su obra, tienen que ser también lema del nuestro. Porque Camoens, que fija la lengua portuguesa y "re-crea" toda una conciencia colectiva en la crisis más grave de la vida nacional de su Patria, que es el cantor de su personalidad y el exaltador de su antagonismo político y de su independencia, podría gritar, con mejores títulos que nadie, a semejanza de cierto personajede Juan de Grajales:

—¡Soy portugués español!

Por su valor de símbolo de una superior unidad espiritual, por su calidad cimera, porque en su obra confluyen las más hondas y vivificantes corrientes de la poesía de Occidente, y porque de él se nutren venas nuevas, por dominar una encrucijada de pueblos, de lenguas, de tiempos y de ideas, Camoens merece ocupar en la historia de nuestras Letras y en la estima de nuestros lectores un lugar inmediato al de Cervantes.
Para rescatarlo del muerto fichero de la Literatura universal, y traerlo al caliente hogar de las Letras propias, se ha escrito este libro, mera guía para nuevos lectores de Camoens. Nadie espere hallar en sus páginas revelaciones ni novedades. No es obra de investigación directa ni tiene, como hoy se dice, un afán exhaustivo. Si logra alcanzar sus fines, aun siendo tan poco significante y de tan corto aliento, habrá hecho algo grande en vuestro favor. El autor espera que le retribuyáis con vuestra indulgencia.
J.F.V.
Museo de Pontevedra, 1953»

Nota: Para o tema Hespanha paga a pena ler a Carlos Calvo Varela.

Em 1982, a Livraria Almedina publica a versão portuguesa do Camões de Filgueira. Na minha opinião, uma muito boa tradução feita por Albina de Azevedo Maia onde só falta uma coisa, as dedicatórias que si apareciam no texto em castelhano.

«Al Dr. Hernani Cidade de la Universidad de Lisboa
Al Dr. Costa Pimpão de la Universidad de Coimbra.
Mis maestros en Camoens. 
J. Filgueira Valverde» 

Os doutores Hernani Cidade (1887-1975) e Costa Pimpão são dois clássicos dos estudos camonianos. O primeiro, além disso, foi professor do Instituto de Estudios Portugueses da Universidade de Santiago de Compostela, fundado pelo reitor Rodríguez Cadarso em 1931.

Remate.

O autor do artigo Serenidad ante todo, publicado no jornal El Sol, atacava a Otero Pedraio dizendo-lhe que os autores portugueses e galegos não se percebiam mutuamente e tinham que recorrer a uma língua franca como o castelhano ou o inglês para poder conversar. Isto doeu-lhe especialmente ao catedrático ourensano, achacando tal opinião ao desconhecimento da nossa realidade. Numa postagem anterior, a nº 188, contava eu como o Filgueira foi dar uma palestra a Lisboa no 1948, falando ao público lá presente em castelhano. Ir a Portugal e falar em galego era em plena ditadura uma provocação na que não ia incorrer o velho professor. Já em novembro de 1934, umas semanas depois da Revolução de Outubro, Filgueira recebia uma carta do seu amigo o antropólogo português Santos Júnior:

«Quanto ao pedido que me faz sobre a língua em que devem ser feitas as conferências, troquei impressões com o Prof. Mendes Corrêa e ainda com um vosso patrício, inteligente e culto, embora nada galeguista, que foram de acordo que sendo a semana da cultura galega ninguem poderia estranhar que fôsse feita em lingua galega. Entretanto, e é essa também a minha opinião, dados os últimos acontecimentos em Espanha para que não fosse ou pudesse ser mal interpretado esse facto, é conveniente que algumas sejam feitas em castelhano.» ALONSO ESTRAVIZ, Isaac Santos Júnior e os intelectuais galegos. [Ourense;Fund. Meendinho]

Mais uma vez o pragmatismo filgueiriano. Longe de apaixonar-se, analisa tudo pormenorizadamente, pergunta, consulta, troca pareceres e ao final, atua como melhor convêm ás suas aspirações pessoais.

Outra das características no comportamento do Filgueira é a estrita hierarquização dos valores que configuram a sua pessoalidade. Era católico, de dereitas e galeguistas. Sei que há pessoas que duvidam do galeguismo do velho professor. Eu, não. A questão é que para ele a defessa da religião católica esteve por cima de qualquer outra coisa. Para ele e para os companheiros cindidos da Direita Galeguista.

«Religião.
10. Consideramos a Religião Católica como fundamental da tradição galega enxebre, coa que é consubstancial e inseparável. Declaramos que uma autêntica cultura galega tem que estar decote inspirada na conceção católica do mundo e da vida humana e no sistema de valores éticos, estéticos e científicos que o catolicismo representa.
11. Em todo caso apoiamos a liberdade da Igreja Católica como pessoalidade jurídica, em regime concordatário com o Estado e com todas as garantias jurídicas que protejam os direitos dos crentes.
Problema obreiro
15. Apoiamos nisto, todos e cada um dos pontos das Encíclicas chamadas sociais dos Romanos Pontífices.» Bases para o programa da Federação de Forças Nacionalistas e Galeguistas de direitas. Abril de 1936

Uns meses depois da difusão deste manifesto estourou a Guerra Civil espanhola. Os oportunos Nós-outros da Direita Galeguista ficaram, mormente, bem colocados. Outros galeguistas, católicos e direitistas pagaram com a sua vida inverter a ordem de prioridades.

Camoens XIX Clásicos Labor [Barcelona; Editorial Labor S. A.] 1958

 Camões 47 Colecção Novalmedina [Coimbra; Livraria Almedina] 1982


1 comentário:

Anónimo disse...

Parabéns, meu...

Excelente e documentado texto... Não lhe conhecia eu a Otero essa belicosidade, adorei:

... e senão seremos inimigos de todos os povos hispánicos"

Certamente. ;)

Beijinhos aos teus e saudades a Rianjo,

Ernesto