Em 2004 a empresa Ouvirmos dava conta da existência duma gravação do gaiteiro Pepe Poceiro efectuada em Madrid em 1905. É de supor que foi feita na viagem que o coral da Sociedad Artística de Ponte Vedra fez a capital do Estado, na sequência do quarto centenário da publicação do Quixote.
Existem muitas referências a esta viagem na imprensa da época, sendo um material valiosíssimo com o qual se poderia construir um relato verdadeiramente excepcional. Por enquanto, eu vou achegando pequenas informações, gulodices, não é?, no paladar dos amantes da nossa tradição.
O 12 de maio, no Ateneo, o orfeão interpretará o seguinte reportório:
«La Sociedad Artística
de Pontevedra celebrará hoy viernes, por la noche, una velada
musical en el Ateneo de Madrid, con el siguiente programa:
1º Alborada del siglo
XVI, por la famoso gaitero de Geve, José Poceiro.
2º Alalás de
la Ulla, Rianjo y montañas de Cervantes.
3º Canto de Nadal,
por el coro, con acompañamiento de gaita, bombo y tamboril.
4º Marcha procesional
de las tarascas, por el gaiteiro.
5º Romances de
Bernaldino y A flor da yagoa, por el coro.
6º Jácaras de
Santa Irene y O cego, por el coro.
7º Parrafeo de Rufina
hermosa por el coro.
8º Muñeira
antigua, por el gaitero.
9º Alalás de
Ponte-Arnelas y Oca.
10º Foliada
montañesa, por el coro, con acompañamiento de gaita,
tamboril y bombo, conchas y ferriñas.
11º Himno da la
batalla de Puente-Sampayo, por el gaitero.
12º Danza de espadas
galaica, ejecutada en el hemiciclo por 16 danzantes vestidos á
la usanza tradicional.»
El liberal.
Prudencio Landín, diretor do Diario de Pontevedra, era por sua vez presidente da Sociedade Artística. Da pena de Landín hão sair alguma das melhores crónicas sobre a sociedade da capital do Leres, como as que se recolhem no seu muito interessante livro De mi viejo carnét. Mas como protagonista que foi da viagem do 1905, também dele se contou alguma anedota muito boa, como esta a duo com o gaiteiro de Xeve:
«Entre los números del programa de los celebrados en Madrid, figuraba un concurso de cantos regionales, que debía tener lugar en la Plaza de Toros.
El Orfeón de la Sociedad Artística encontrábase entonces en la capital de la monarquía, tomando parte en esos festejos.
Además de la Danza de Espadas de la que ya hemos hablado, nuestro Orfeón había formado también un Coro de cantos regionales, con su correspondiente gaitero, bombo y tamborilero.
Tanto la Danza de Espadas como este Coro, dirigialos artísticamente el malogrado Víctor Said Armesto y presidialos, lo mismo que el Orfeón el culto abogado don Prudencio Landín.
El bombo y el tamboril tocábanlos dos orfeonistas, que vistiendo cirolas y pucha, hacían maravillas con el mazo y los palitroques en los respectivos instrumentos...
El aplaudido Pepe Poceiro, era el gaitero.
Este nunca había salido de Pontevedra. Llegado el día del concurso, nuestros coristas y danzarines se dirigieron a la Plaza de Toros madrileña, aclamados por los gallegos residentes en la Villa y Corte, que locos de entusiamo al oir las melodiosas notas de la gaita y el melancólico eco del a-la-lá, no cesaban de aturuxar, gritando: ¡Terra a nosa! ¡Ei, carballeira! ¡Ard o eixo!
En medio de estas aclamaciones, llegaron los pontevedreses al circo taurino, encontrándose allí con millares de personas que pugnaban por entrar en la Plaza.
Los de la Artística intentaron romper aquella muralla humana que los cerraba el paso; pero convencidos de que sus esfuerzos resultaban inútiles, optaron por rtirarse a un lado, esperando que la enorme avalancha de gente disminuyese.
La Guardia civil a caballo maniobraba con cuidado, para mantener el orden sin causar desbracias.
No se sabe si debido a que el Guardia picó con la espuela al animal o que las moscas no le dejaban tranquilo, [...] que el caballo levantó una de sus patas traseras, rompiéndole el tamboril al orfeonista, y arrancándole al mismo tiempo el fleco de la gaita a Pepe Poceiro.
El orfeonista calló; mas el Poceiro al ver su gaita desnuda, no pudo contenerse y asustado, lleno de espanto, dirigiéndose al señor Landín, exclamó: ¡Vámonos pra España don Prudencio, vámonos pra España!
Don Prudencio Landín se sonrió, pensando si Pepe Poceiro se creía en aquel momento que estaba en África.» DIARIO DE PONTEVEDRA, 22-09-1923
O autor da crónica, um tal Errante, confunde alguns termos, por exemplo o de que Said Armesto era o director artístico. Victor Said estava em Madrid, isso sim, quando a viagem dos coralistas e possivelmente foi um dos armadanças, junto com o político González Besada, que fez possível a tourné.
Muitos anos depois, em 1947 aparece no jornal Ciudad, uma entrevista a Benito Poceiro, herdeiro da oficina e do ofício do seu pai.
- ¿Cuánto tiempo hace que comenzó su industria?, preguntamos.
- La empezó mi padre hace cuarenta años. Después fué a perfeccionarse a una fábrica de acordeones en Estradella, pueblecito italiano, donde adquirió conocimientos suficientes para modificar y mejorar la artesanía de los instrumentos.
Asombrados de no encontrar en el taller una sola máquina, preguntamos a Benito Poceiro, que nos responde:
-Antes de la guerra habíamos pedido a Alemania las máquinas precisas para la construcción en serie de los instrumentos. Pero estalló el conflicto mundial y nos vimos obligados a proseguir haciendo los acordeones a mano, desde la caja de resonancia hasta la última lengüeta.
Mais adiante, na entrevista aparece um dado que para mim é sempre de grande interesse, o do preço dos instrumentos.
- Un acordeón hace quince años podría costar unas 1.500 pesetas. Actualmente vale 7.000. El aumento de precio es producido más por la escasez de instrumentos que por el alza en el coste de los materiales con que se construye.
Termina a entrevista com uma bonita referência para gaiteirómanos.
-Y para terminar voy a preguntarle algo que escuché en casa desde niño: ¿Es cierto que las lengüetas para gaitas, hechas por su padre se diferenciaban de las demás por la manera especial de construirlas?
-Cierto.
-¿Podría decirme que diferencia de construcción existía entre ambas?
Benito Poceiro calla un momento y cuando ya estábamos en la puerta, nos responde.
- Eso es secreto profesional.
Se fazemos caso aos dados recolhidos na imprensa, Pepe Poceiro abandonaria o ofício de gaiteiro em fins dos anos 20, para centrar-se na construção de instrumentos. Antes, em maio de 1921, dá-se conta da sua entrada no coro pontevedrês Foliadas e cantigas. Quiçá foi nesse intre, no que deixa as alvoradas, que decide fazer a viagem de aprendizagem a Estradella, na Lombardia italiana. Eu não tenho aprofundado muito na vida dos construtores galegos de instrumentos mas o fato de que na Galiza anterior a Guerra Civil um gaiteiro/artesão pontevedrês acordara ir a Italia a aperfeiçoar o seu ofício, parece-me um dado muito a ter em conta. Estradella é uma vila famosa pelos seus construtores de acordeão e serão os investigadores deste instrumento os que possam dizer até que ponto existe uma relação certa entre os poceiros e os acordeões lombardos.
Para rematar, quero expressar a minha mais absoluta admiração por este indivíduo, José Poceiro, que teve uma existência verdadeiramente rica em acontecimentos e que deixou impresso o seu apelido nas páginas douradas da história da nossa tradicionão. Quando era menino adorava escutar o acordeão de Rogelio o Coxo na Arousa, o qual contava que os grandes acordeonistas conhecem-se no bem que manejam a mão esquerda. Gostava tanto de aquele homem e daquele som que ficava parvo olhando para as letras feitas em marcheteria colocadas na caixa do seu instrumento: Poceiro.
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